Y en es instante todas las emociones que me estaban privadas por mi misma aparecieron para ser ellas las que me privasen de mi misma.
Para surcar mi rostro apareció Impotencia, ella les dio paso y animaba a las demás a aparecer, así apareció Felicidad, pero se fue pronto al ver que aún no era su momento.
Felicidad quiso que Soledad me hiciese una visita para recordarme que aunque yo permanecía físicamente abrazada por él no cayera en una mentira, y así se convirtió en el abrazo más solitario jamás sentido.
Esto le permitió a Odio aparecer pero tampoco podía permanecer en el lugar en aquel instante, furioso trajo a Frustración que rápidamente me invadió.
Temerosa por este paso y unión de emociones que yo había pretendido aislar durante tanto tiempo me armé de valor para preguntar por la posible llegada de mi mayor enemigo... Pero el ya estaba ahí desde hace rato, Amor dirigía a toda esta grotesca caballería.
