Ya me va sobrando una cerveza...

Abro el paquete y me queda

la chusta de lo que fue un cigarro.

Él me consume a mí...

Me dejo caer en el escalón,

veo la sombra del humo,

y decido seguir así,

consumiéndome.

Una niña...

Aún soy una niña jugando con tacones...
Maquillándose como una adulta que no busca esconder arrugas,
bebiendo como una alcohólica,
follando como una puta,
fumando como si fuese el último cigarrillo.

Escribiendo como siempre en noches de inspiración intermitente...

Ahora ven y dime que soy totalmente irracional, demasiado pasional, que estoy vacía de sentimientos, que no sé lo que es amar, que mi tendencia es como el viento, libre, escaparme entre tus dedos, acariciarte el pelo y una vez estés dormido escaparme para no atarme a nadie. 
Me dices que cierro puertas con mi filosofía de vida basada en el instinto de poder porque temo a la esclavitud, que tengo miedo a sentirme oprimida y encerrada.
Te diré que todo eso puede ser cierto, que parece ser que me conoces mejor que yo misma; pero jamás estaré vacía, estoy llena de mis pasiones, de mi irracionalidad, de mi libertad y de mi autonomía.

Deseos

Quiero estar junto a la soledad,
quiero escuchar al Silencio,
quiero ver la nada,
quiero sentir la muerte.

Caballería de emociones.

Y en es instante todas las emociones que me estaban privadas por mi misma aparecieron para ser ellas las que me privasen de mi misma.
Para surcar mi rostro apareció Impotencia, ella les dio paso y animaba a las demás a aparecer, así apareció Felicidad, pero se fue pronto al ver que aún no era su momento.
Felicidad quiso que Soledad me hiciese una visita para recordarme que aunque yo permanecía físicamente abrazada por él no cayera en una mentira, y así se convirtió en el abrazo más solitario jamás sentido.
Esto le permitió a Odio aparecer pero tampoco podía permanecer en el lugar en aquel instante, furioso trajo a Frustración que rápidamente me invadió.
Temerosa por este paso y unión de emociones que yo había pretendido aislar durante tanto tiempo me armé de valor para preguntar por la posible llegada de mi mayor enemigo... Pero el ya estaba ahí desde hace rato, Amor dirigía a toda esta grotesca caballería.